El implante liofilizado de placenta apoya a la homeostasis del organismo, es decir, a mantener el equilibrio natural del cuerpo. Como resultado, el proceso de envejecimiento se hace más lento y se mejora la producción de colágeno y elastina. También ayuda en la menopausia, pues regula la producción hormonal a través de las proteínas que éste libera.
Apoya a generar una sensación mayor energía en el paciente paciente, mejorando signos y síntomas de las enfermedades crónico degenerativas. Además, las células de la placenta dilatan los vasos sanguíneos, producen una mejor irrigación a todo el organismo y facilitando así el trabajo tanto físico e intelectual.
En el sistema endocrino, el implante de placenta ofrece la ventaja de tener el mismo origen embriológico, el trofoblasto de la hipófisis, produciendo un estímulo a nivel hipofisario; y sobre la glándula reguladora de todas las funciones neuroendocrinas entre el sistema nervioso central y las glándulas periféricas.
Además, en conjunto con las células madre, que tienen una función inmunomoduladora, el implante de placenta brinda la oportunidad de fortalecer el sistema inmune, independientemente de la edad y el sexo, permitiéndote tener una respuesta más rápida y certera.
El implante de placenta debe colocarse cada 12 a 18 meses en una persona sana, y cada 6 a 12 meses si se utiliza como apoyo al tratamiento de alguna patología, dependiendo del diagnóstico de su médico.
No tiene interacciones con otros tratamientos médicos que esté siguiendo el paciente.
El Implante
de Placenta Mocell®,
ayuda a mantener
el equilibrio natural
del cuerpo.
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